viernes, 22 de septiembre de 2017

EL CIELO OSCURO

Acto de clausura del Seminario: La bóveda celeste como recurso científico, cultural, mediambiental y turístico

Cuarto Real de Santo Domingo. Granada (18 - 22/09/2017)

Buenos días:

      Se me ha asignado a mí asistir a la clausura de este Curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre la Bóveda Celeste como recurso científico, cultural, medioambiental y turístico, dirigido por José Manuel Vilchez, con la colaboración de Alicia Pelegrina, secretaria del curso, a quienes agradezco, en nombre del Rector Cesar Nombela, haberlo promovido.

Cuando leí en el programa del curso que su principal objetivo consistía en ahondar en el conocimiento sobre la conservación y preservación del CIELO OSCURO, me extrañó, por mi ignorancia sobre la materia, que se pudieran emparejar ambos términos, pues siempre había considerado el Cielo como el lugar en el que resplandece la Luz Pura, al que todos aspiramos llegar después de atravesar las sombras que nos acompañan mientras transitamos por este mundo azacanado. Cielo y Oscuro me parecieron, de entrada, términos refractarios entre sí.

Sin embargo, reflexionando ayer, mientras viajaba hasta esta Granada la Bella, caí en la cuenta de que el CIELO OSCURO es, precisamente, la manifestación de LO ETERNO, de lo que resiste al trajín del tiempo que a cada uno le toca vivir.

Si hacemos un poco de memoria, cada uno podrá comprobar que su vida consiste en una mezcla de acontecimientos azarosos entre los que se intenta acomodar, para reconocerse en ellos a medida que va construyendo su propia personalidad. En mi caso, ¿Quién es Guillermo? sino una barca a la deriva en el proceloso mar del tiempo, en la que aspiro arribar a un puerto seguro en el que poderme refugiar, ya sin el temor a perder una identidad más o menos lograda.

Pero, entonces, miro al cielo estrellado y me encuentro con el MOVIMIENTO DE LAS ESFERAS ASTRALES, siempre igual y resistente a los avatares ligados al paso del tiempo. La dinámica de este movimiento lo reafirma, insistiendo en lo que es, sin amenaza de cambio ni alteración. Un movimiento perfecto, matemáticamente consolidado por Kepler. Desde el punto de vista semántico, FIRMAMENTO connota solidez, lo que tiene la suficiente consistencia para mantenerse, de manera que el tiempo pasa, pero a él no le toca ni lo cambia.

Por eso, los primeros filósofos fueron astrónomos, porque descubrieron LO INTEMPORAL en el cielo estrellado, en donde, según ellos, habita la Verdad que fundamenta la existencia del Cosmos, que denominaron physis y está ausente en la Caverna, en ese oscuro flujo temporal en el que se desenvuelven y se desvanecen nuestras vidas. Para Platón las ideas tenían un topos, al que llamó URANOS. El lugar de la Verdad era para él el lugar celeste, y, más recientemente, a Kant dos cosas despertaban su admiración: “el cielo estrellado fuera de mí y el sentido del deber que está en mí”.

Con estas reflexiones, durante el viaje que me ha traído hasta aquí, me he convencido de la necesidad de conservar y preservar el CIELO OSCURO, dos términos que han dejado de oponerse entre sí, como pensaba antes de venir, y que ha sido el objeto de este Curso, pero no solo como recurso económico, turístico, patrimonial y científico, sino, además, como una necesidad existencial para aliviar, contemplándolo en el silencio y la oscuridad de la noche, esa melancolía que a veces nos inunda ante la dificultad de alcanzar la plenitud que esforzadamente buscamos durante  el transcurso de nuestra vida en el tiempo.

Termino reiterando mi agradecimiento al director ya la secretaria del Curso por su organización, con la intervención de destacados ponentes, a la empresa de educación y turismo científico Azimuth por su inestimable colaboración, y a todos Vds. por su participación, que espero haya enriquecido sus conocimientos y abierto líneas de colaboración en el futuro.

A continuación procederemos a la entrega de sus merecidos diplomas de asistencia y, con ello, queda clausurado el Curso.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Retos para un nuevo humanismo


Acto de Clausura de la IV Escuela de Humanidades, Metafísica y Mística “Fernando Rielo”. Retos para un nuevo humanismo. Pensamiento, Arte y Educación (21/07/2017)

Buenas tardes:

Comparezco ante Vds., a la vera de Mons. Manuel Sánchez, Obispo de Santander y compartiendo mesa con mis queridos amigos Juana Sánchez-Gey, directora de la Escuela y el Sr. D. Jesús Fernández, Presidente del Instituto ID de Misioneros Identes, debido a un contra-tiempo que ha impedido que el Jefe de Gabinete del Rector esté aquí para clausurar el Encuentro, como inicialmente estaba previsto.

Les ruego, por tanto, que se muestren benévolos con lo que, improvisadamente, les diré, con el programa de este Encuentro sobre Los retos de un nuevo humanismo recién leído, un tema que habrá sido abordado a la altura de su importancia y complejidad por todos Vds., y al que poco podré añadir a lo que aquí ya se haya dicho.

A mi modo de ver, el “humanismo” consiste en el encarrilarse del hombre y la mujer en un proceso orientado a la conquista de la propia identidad y a lograr el desvelamiento y la posesión del propio ser que, a diferencia del resto de las especies animales, no hemos recibido al completo. En otras especies los individuos están definidos de antemano por su condición específica, pues es evidente que ningún perro aspira más que a la “perrez”, y la “perrez” es lo que lo identifica sin residuo y da sentido a todo su comportamiento. Pero en el caso del hombre, el sujeto necesita conocer y seguir unas disciplinas, a las que denominamos “humanidades”, para poder alcanzar nuestra característica “humanidad”, porque aunque tengamos una experiencia cierta del “yo”, en ella no se agota lo que cada uno es, como lo demuestra la frenética e incesante actividad para alcanzar objetivos que apaguen nuestra inagotable ansia de felicidad, muy distinta al simple objetivo de estar satisfecho, que es lo propio del animal. Parece que el simple hecho de ser hombre o mujer no es suficiente para nosotros, como ser gato o perro sí lo es para los afortunados individuos de estas otras especies, tan animales como la nuestra.

Y creo que en el espíritu que anima a los Misionero Identes se encuentra la clave para alcanzar la plenitud que no encontramos en este mundo, como sí la encuentran los demás seres vivos que pueblan la Tierra. Esta clave consiste en el convencimiento de que el fondo del corazón humano comunica con un Origen trascendente de nuestro ser, que por ello recibe la calificación de lo sagrado, lo santo, el absoluto o fundamento, y que la progresiva fluidez e intensidad en esta comunicación es lo único capaz restaurar el déficit existencial de integridad que tanto nos azacana e inquieta. El humanismo se manifiesta, entonces, en un proceso temporal interno de liberación de nuestras adherencias al mundo en que vivimos, constitutivas de identidades ficticias, para dejar fluir sin restricción en el núcleo humano que nos constituye la corriente de Amor Cósmico que está en el origen lo creado. La consecución de la humanidad, consecuentemente, está a un nivel distinto de la consecución de la “perrez”, pues es paralela a la participación en la dinámica de un Don que lo fundamenta todo, cuyo modelo es Jesucristo, que nos abre cada día el regazo de un Padre común. En este regazo es donde desciframos nuestra auténtica identidad, y recibimos esa piedrecita blanca con un nombre nuevo grabado, el cual nadie conoce sino aquel que lo recibe (Ap. 2:17).

Solo me queda expresar mi agradecimiento a todos Vds. en nombre de la UIMP por su participación en este Encuentro, a su Director y al Secretario por promoverlo y organizarlo y a la Fundación Fernando Rielo por haberlo hecho posible. Espero que les haya aprovechado y que haya suscitado líneas de trabajo y de colaboración para el futuro, y que tengan la oportunidad de volver a este lugar privilegiado, enclavado en la Península de la Magdalena en Santander, para seguir compartiendo sus conocimientos y mejorarlos poniéndolos en común.


Procedemos a continuación a la entrega de sus merecidos DIPLOMAS y, con ello queda clausurado el Encuentro.